La hipocresía digital y el olvido de los vínculos genuinos

Por Pablo Montes

Vivimos en un tiempo en el que las redes sociales han elevado la imagen personal a un nivel casi ceremonial. La empatía se declama, la solidaridad se publica y la gratitud se reduce a una historia de 15 segundos. Pero fuera de la pantalla, las actitudes muchas veces no acompañan el discurso.

Este artículo está dirigido, con respeto y sin juicio, a quienes en algún momento recibieron apoyo, contención o una oportunidad clave en su camino profesional o personal. A quienes supieron tender la mano para recibir, pero que hoy, cuando se encuentran en posición de dar, optan por el silencio, la evasiva o la omisión.

No se trata de exigir retribución ni de llevar un inventario de favores. Se trata de señalar una contradicción cada vez más visible: la que existe entre los valores que decimos promover y las acciones que realmente llevamos a cabo. Esa desconexión entre lo que se publica y lo que se practica.

La lealtad, la gratitud, el respeto por los vínculos que nos formaron no son principios decorativos. Son pilares invisibles de las trayectorias humanas y profesionales. Ignorarlos puede no tener consecuencias inmediatas, pero debilita la confianza colectiva, deteriora los lazos sociales y empobrece el sentido de comunidad.

Hablamos mucho del networking, de construir redes, de estar “conectados”. Pero el verdadero valor de una red no está en la cantidad de contactos, sino en la calidad de los vínculos. Una red sin memoria, sin reciprocidad ni cuidado genuino, es apenas un mapa de relaciones vacías.

En un mundo hiperconectado, donde todos somos testigos de todo, las incoherencias se amplifican. Y también lo hacen los gestos sinceros. Por eso, más que señalar con el dedo, esta reflexión busca invitar a revisar nuestras prácticas, especialmente con aquellas personas que, en algún momento, creyeron en nosotros antes que nadie.

Porque crecer sin olvidar es una forma de ética. Y en tiempos de tanta exposición, la coherencia sigue siendo el mejor perfil público.