“Cuando Recursos Humanos carga con la situación y no con el problema"
En el entorno laboral, los
conflictos entre la empresa y el sindicato —o entre la empresa y personas
individuales— son situaciones complejas que afectan no solo a las partes
directamente involucradas, sino también a otras áreas de la organización. Uno
de los departamentos que más sufre las consecuencias de estos conflictos es,
sin duda, el de Recursos Humanos. Sin haber generado el problema, RRHH suele
convertirse en el gestor operativo de una crisis que tiene raíces más profundas
y estructurales, muchas veces relacionadas con dinámicas de poder, donde las
partes intentan imponerse una sobre la otra para marcar territorio o demostrar
autoridad ante sus equipos.
Los desacuerdos pueden originarse
por múltiples causas: negociaciones salariales, condiciones de trabajo,
implementación de nuevas políticas internas o decisiones estratégicas
comunicadas de manera deficiente. En la mayoría de los casos, estos conflictos
no tienen su origen en Recursos Humanos, sino en niveles más altos de dirección
o en la relación directa entre líderes de la empresa, (Encargos, Supervisores,
Jefes de sectores o Gerentes) y representantes sindicales o colaboradores o
personal subalterno. No obstante, cuando
la situación escala, es RRHH quien debe intervenir para contener, mediar, implementar cambios o simplemente comunicar
decisiones impopulares.
Esta dinámica impone una carga
significativa sobre el equipo del área, donde
más allá de sus funciones habituales, deben operar como intermediarios,
preservar el equilibrio organizacional, mantener la moral del personal y, en
muchos casos, gestionar el impacto legal o administrativo de decisiones ajenas.
En lugar de centrarse en su rol estratégico —que incluye el desarrollo del
talento, la consolidación de la cultura organizacional y el bienestar del
personal—, se ven absorbidos por una dinámica de crisis, desgaste emocional y
resolución de conflictos que no iniciaron.
Esta realidad evidencia la
necesidad urgente de revisar cómo se gestionan los conflictos laborales dentro
de la organización. El rol de sector
debe transformarse en una función más consultiva y menos reactiva. Para
lograrlo, es fundamental que la alta dirección y las gerencias asuman sus
responsabilidades en estos procesos y que Recursos Humanos sea incluido desde
el inicio en las etapas de análisis, decisión y negociación, y no únicamente en
la ejecución de las resoluciones.
En conclusión, cuando afirmamos
que el sector ha cargado con la situación, no con el problema”, estamos
identificando una disfunción organizacional que debe ser corregida. Resolver
los conflictos laborales de manera efectiva requiere distribuir
responsabilidades de forma equitativa y estratégica, permitiendo que cada área
de la empresa cumpla su función sin sobrecargas ni desvíos de su propósito
principal. Solo así será posible construir un entorno laboral más justo,
sostenible y orientado a la colaboración.
Por: Pablo Montes

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